Day 1 - Juan Ignacio Chela (n°18) – Fabrice Santoro
Juan Ignacio Chela (Argentina) vs. Fabrice Santoro (France)
EL CONTEXTO
Juan Ignacio Chela (18º) ha logrado su mejor actuación en un "grande" sobre el polvo de ladrillo parisino. Fue hace tres años, cuando se aupó hasta los cuartos de final favorecido por unos cruces más bien asequibles (hasta que un Tim Henman en estado de gracia, entonces ‘top 10’, se cruzó en su camino). Es cierto que, en sus cinco participaciones restantes, nunca ha pasado de la tercera ronda, pero el ‘Flaco’ llega en un buen momento y, de cara a su primer compromiso, sirva como dato que nunca ha perdido en Roland Garros contra un jugador local.
Fabrice Santoro es, con diferencia, el jugador del cuadro masculino que más veces ha pisado la tierra batida parisina. En concreto, el veterano jugador nacido en Tahití, de 34 años, disputa su 18º Roland Garros. Pese a tan larga trayectoria, el mejor resultado histórico en la Porte d’Auteuil de “Fabulous Fab” (que en el Abierto de Australia del año pasado llegó por primera vez a cuartos en un Grand Slam) son los octavos de final, que ha alcanzado en dos ocasiones: 2001… y un lejanísimo 1991. Como contrapartida, ha caído ocho veces a las primeras de cambio (incluidos los dos últimos años).
EL MOMENTO DE FORMA
El de Ciudad Evita acude a París con la moral alta, ya que está completando una campaña sobre arcilla bastante interesante. En la gira sudamericana se apuntó, entre otras cosas, el cuarto título de su carrera, tras derrotar en la final de Acapulco a Carlos Moyá (6-3 y 7-6). Tras llegar a cuartos en los Masters Series de pista rápida (Indian Wells y Miami), Chela mantuvo una solidez aceptable en los de polvo de ladrillo, donde sólo le frenaron el paso rivales casi imparables en ese momento puntual (Rafa Nadal en Montecarlo, Fernando González en Roma y Lleyton Hewitt en Hamburgo). Un importante aliciente para el argentino: el año pasado cayó en primera ronda, por lo que un buen resultado en París podría catapultarle hacia su mejor posición de siempre en el ranking.
Fabrice Santoro, 55º del mundo, apenas ofrece referencias válidas sobre tierra batida este año. Aunque en pistas rápidas ha logrado algunos triunfos interesantes (incluido el título en el “challenger” de Bérgamo, sobre moqueta; y víctimas como Guillermo Cañas, Tommy Robredo y Carlos Moyá en el gran circuito), en la superficie ocre sus apariciones se reducen a un par de “challengers” en este último mes, con un pobre balance: 2 victorias y 2 derrotas.
SUS PUNTOS FUERTES
Juan Ignacio Chela es un todoterreno capaz de brillar en polvo de ladrillo y en superficies duras. Alto y espigado (1,91 cm y 74 kg), el argentino se apoya en su saque y en sus potentes disparos desde el fondo de la cancha. Pero el “Flaco” también sabe defender y tirar passings, por ejemplo con su preciso revés a dos manos.
Fabrice Santoro es un jugador atípico en el circuito. Amén de pegarle de ambos lados con las dos manos, basa su juego en los efectos, los cambios de ritmo y una voluntad implacable. Estas cualidades le permitieron adjudicarse en 2004 el partido más largo de la historia de Roland Garros, cuando venció a su compatriota Arnaud Clément al cabo de 6 horas y 33 minutos.
LAS CLAVES DEL PARTIDO
"Juani" no tiene que dejarse hipnotizar por las virguerías del galo. Si su porcentaje de primer servicio es elevado, podrá encadenar sus lanzamientos y mantener a Santoro en el fondo de la pista, donde su tenis es menos peligroso. Si el partido se alarga, lo cual es previsible, su garra puede ser decisiva.
Para pasar la primera ronda, Santoro tendrá que lograr imponer su ritmo alternativo, que puede molestarle mucho a Chela. Si lo consigue, podrá subir en buenas condiciones a la red, donde su buena muñeca le permite realizar golpes que sus adversarios consideran "mágicos".
ENFRENTAMIENTOS PREVIOS
Chela y Santoro nunca se han visto las caras en una cancha de polvo de ladrillo. En sus dos enfrentamientos previos en el gran circuito (ambos en pista dura), el balance es de tablas: un triunfo para cada uno.
El jugador bonaerense cuenta con la pequeña ventaja psicológica de haberse impuesto en el duelo más reciente. En 2005, en New Haven, se llevó el gato al agua por un cómodo 6-4 y 6-1. Tres años antes, en Estocolmo, fue el francés quien ganó con un tanteo similarmente abultado: 6-1 y 6-3.
Link:
http://www.rolandgarros.com/es_FR/news/match_analysis/index.html