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Conflicto limítrofe
No es apacible el clima en la oficina para Guillermo Coria. Esta semana, sus compañeros de trabajo le hicieron saber su disconformidad con ciertas actitudes del argentino. Primero fue el lungo sueco Robin Soderling, que le habló en un cambio de lado, lo miraba mal e insultaba para sus adentros cuando el Mago protestaba los fallos de los jueces. Ayer, el chileno Nicolás Massú, de buena relación con Guillermo fuera de la cancha, lo increpó en un cambio de lado y debió intervenir el supervisor para que cesara la discusión. El campeón olímpico le reprochaba a Coria una burla sobre su estado físico, lo que el argentino confirmó al recordar un incidente similar que había tenido Guillermo Cañas con Massú en Düsseldorf. "El había hecho algo parecido con Willy. Rengueaba y después corría todas. Fue error mío haber entrado en eso, pero después le dije que se calmara, se metiera en lo suyo, que no fuera boludo que hacía cuatro horas que estábamos jugando. No pasó más nada", contó. Según medios chilenos, Massú, atendido por dolores en el muslo derecho, le gritó en un cambio: "¿Por qué me hueveás (jodés)?". Coria le respondía: "Basta, atendé lo tuyo que yo atiendo lo mío".
Fueron 4h32, el partido más largo del torneo, que comprendió 321 puntos y lo que quedará, más allá de la discusión: la clasificación de Coria para los cuartos del US Open, repitiendo la actuación del 2003. Luego del primer set se pensaba en un desarrollo más rápido, pero los problemas del argentino con el saque y cierta pasividad aportaron para el 6-4, 2-6, 6-7 (5-7), 6-2 y 6-2, que establece el 3-0 en los choques personales. El mejor premio fue una conversación de noche con Diego Maradona, que lo felicitó por la victoria (ver Del Diez...). Mañana, el santafesino buscará una posible semi con Agassi, cuando enfrente al local Robby Ginepri o el francés Richard Gasquet, que jugaban esta madrugada.
"¿Coria dijo que fue un malentendido?", se reía Massú en rueda de prensa. "Me molestó una actitud suya. Yo no tengo nada que decir, tengo la conciencia tranquila. Hay que ver si él lo está, es el que tiene que dar explicaciones. Sabe lo que hizo. Fui a preguntarle qué le pasaba y me respondió: 'Andá a sentarte'", fue el descargo de Massú sobre el incidente. Según testigos, Coria imitó la renguera de Massú en el cuarto set, ridiculizándola, y le dijo a su gente en el banco: "¿Vieron cómo corre y está lesionado?". Sobre ese tema, Coria explicó que se le salieron uñas en ambos pies, que por eso los raspaba contra el piso, y que Massú pensó que lo estaba cargando. Además, el argentino se molestó con una persona que alentaba ruidosamente en el box de Massú: "No era el padre, porque es más bueno que el pan. Era otro al que no conozco. Los hinchas chilenos gritan mucho siempre y no me molesta, pero de esta persona sí". Entre fanáticos de ambos países, armaron un colorido duelo de hinchadas en el Louis Armstrong, el segundo estadio en importancia del Abierto.
En cuanto a lo técnico-táctico, varias cosas para subrayar en cuanto a Coria. A favor: la resistencia física y, lo que siempre se remarca en estos casos: la capacidad de ganar jugando mal. En el último game, corría como si el partido estuviera comenzando. En contra, además del cruce con Massú, figuran en un primerísimo primer plano las 20 doble faltas. "Me sentí sacando mal desde el principio", admitió el octavo favorito, cuyo servicio había terminado invicto en el encuentro ante Soderling. En rigor, las doble faltas comenzaron a llegar en cantidad a partir de la ventaja de 4-1 —con dos quiebres— en el tercer parcial. "Perdí ese set increíble, no sé lo que me pasó, no lo sentí al saque. Jugué contra el saque y contra Massú", explicó el Mago, quien también adujo dolores en el brazo derecho: "A la mañana ya lo sentía duro, un poco por la fiebre y la gripe que vengo soportando". Igualmente, no lo citó como excusa para las faltas. "Me atrapé y más del 50% de las que hice eran justamente porque no quería hacer más dobles. Estaba más preocupado en meter el saque como fuera, que en la táctica para jugar. De fondo me sentía muy bien pero con el saque fue tristísimo. Me voy contento porque fue un partido largo y había que ganarlo con corazón y luchando", analizó. Por eso la vuelta del festejo a lo Matador. Otro punto bajo: lo pasivo que estuvo en varios pasajes, del tercer set al último. No lastimaba con la derecha y el revés quedaba corto, lo que permitía los embates de drive del chileno. Por eso, Coria reconoció que "si no saco mejor en el próximo partido, no tengo chances".
El pasado los condena
Gastón Gaudio
Se gastaron en Bs. As. 01 y discutieron en Hamburgo 03 por calambres de Coria. En Düsseldorf 05, Gaudio lo atacó por "poco compromiso".
Lleyton Hewitt
El único round fue este año por la Davis. Hubo gestos obscenos, smash al cuerpo... "Coria es un perdedor crónico", dijo el australiano.
Andre Agassi
El Pelado se enojó porque Coria quiso cobrar mala una pelota que había entrado, y por hablar mucho con el juez. Fue este año, en la semi de Roma.
Luis Horna
"¡Mirá que yo no soy Gaudio, eh!", le dijo el peruano a Coria el año pasado en la segunda ronda del Masters Series de Hamburgo. Fue sólo un cruce.
En Düsseldorf, Massú se enojó con Cañas, que había dicho que se sentía mal, pero le terminó ganando. ¡Vos también tenés lo tuyo, Nico!